Etiquetas

miércoles, 17 de abril de 2013

EL MONARCA DEL BASKET ESPAÑOL


     Ha llegado el momento de escribir sobre uno de los jugadores más importantes de la historia del baloncesto español. Un tipo de esos que ha llegado más alto de lo que su talento le guiaba. Un trabajador incansable, un deportista loco por mejorar en cada entrenamiento, en cada partido, en cada campeonato, en cada temporada. Un jornalero de la Gloria que se va ir a su casa con un palmarés espectacular. Un jugador de equipo dentro y fuera del parqué. Ha llegado el momento de escribir sobre Felipe Reyes Cabanas, el “Monarca” del basket español.

     “Felipe Reyes está acabado”. Una frase que durante los últimos años he tenido que escuchar a menudo. No es necesario ahondar demasiado en el “dónde” o en el “quién”. Vosotros, apasionados del baloncesto como yo, también lo habréis escuchado unas cuantas veces. Una muestra más de la costumbre (eterna, irresoluble, asquerosa) que tenemos en este país de escupir a los deportistas que son o que van camino de convertirse en leyendas. Nos encontramos en un marco mediático en el que, en demasiadas ocasiones, una afirmación se convierte en verdad a fuerza de repetirla… aunque sea la mayor falacia del mundo. Como aquel “Felipe Reyes echó a Messina”. Una gran gilipollez.

     El “Monarca” se está marcando una temporada sencillamente espectacular. Hasta el punto de comandar en muchos momentos una segunda unidad esencial para que su equipo sea capaz de aspirar a los títulos importantes. Desde sus 204 centímetros roba rebotes a los pívots más importantes de Europa. Como toda la vida. Con dosis de colocación, instinto, coraje, habilidad, manos duras y, sobre todo, “pelotas”. Por eso algún día, en alguna narración de un partido de basket, yo le pregunté a mi “socio” Alfonso Bernardo que dónde estaba la báscula para pesar lo que el capitán del Madrid tiene ahí abajo. A sus 33 años Felipe se sigue fajando bajo los tableros como el imberbe que desea arañar minutos de calidad en una escuadra importante. Tras su flequillo repeinado esconde una fiereza innegociable. Eso lo saben sus rivales, sus compañeros, su entrenador y su hinchada, que tras 9 campañas en el club le reconoce ya como un actor de primer orden. Su renovación está pactada, así que Reyes vestirá durante más de una década la zamarra con más historia del baloncesto continental. Lo dicho, una leyenda.
 
 
     Felipe es un “obrero” de su profesión que ha ganado mucho. Pero mucho. Campeón del Mundo, doble Campeón de Europa y doble Subcampéon Olímpico con España. Dos Ligas, dos Copas, una Copa Uleb y una Supercopa con su club. Más de 12.000 minutos, uno detrás de otro, en la ACB. Y más allá de los números, el “Monarca” nos ha dejado un sinfín de postales en las que exhibe corazón, actitud y valentía. Para mí la imagen más hermosa es aquel trofeo al cielo que Navarro le dejó levantar en Kaunas para honrar a su padre, para enorgullecer a la madre que lo parió y para emocionarnos a todos. Cuando toneladas de emoción y de sentimientos inundan una cancha de baloncesto el deporte deja paso a la vida. Fue maravilloso, inolvidable. Felipe ha renunciado al Europeo de Eslovenia (¡191 internacionalidades con España!) para intentar alargar lo más que pueda su exitosa carrera deportiva. 2013 le ha brindado la oportunidad de coronar un currículum glorioso. Viajará a Londres con el Madrid para luchar por un entorchado que su club no conquista desde 1995. Él tenía 15 años. Crecía en ese gran club llamado Estudiantes, con el que también alcanzó cotas impensables, y veía por la tele a aquel gran Real Madrid de Sabonis. 18 cursos después, Felipe anhela ser Campeón de Europa de clubes. Mientras tanto, sigue sin construirse en ningún lugar del mundo la báscula que sea capaz de pesar las “pelotas” del “Monarca” del basket español.

 

viernes, 5 de abril de 2013

NOS JUGAMOS LOS CUARTOS


Señores, señoras, niños, niñas, “basketmaniacos” de toda clase y condición… ya están aquí los cuartos de final de la Copa de Europa. El futuro campeón jugará entre 5 y 7 partidos más para levantar el 12 de mayo en Londres el título más glorioso para un club. El mastodóntico pabellón O2, a orillas del río Támesis, coronará en 5 semanas a la mejor escuadra del Viejo Continente. Extrañamos a algunos equipos (Montepaschi Siena, Khimki, Zalgiris o Unicaja), pero a estas latitudes sólo llegan los más fuertes. Me gusta, me enamora el baloncesto. Y sé que a vosotros también. Así que os invito a comentar este post. Venga, vosotros y yo somos valientes, así que ¡vamos a jugarnos los cuartos!


Barcelona – Panathinaikos

      Pedazo de eliminatoria. Dos trasatlánticos frente a frente. Ambos con una historia reciente “escandalosa”, ambos con un presente alentador que les coloca la etiqueta de “candidatos a todo”. El Barça afronta la cita en su mejor momento de la temporada. Campeón de la Copa del Rey, con un Tomic decisivo, con Lorbek creciendo y con Navarro mimado como un tesoro para los partidos de verdad. Ojo a la ausencia de Mickeal, cuyo talento, oficio y carácter ganador echará de menos el cuadro de Xavi Pascual. El Panathinaikos ha suplido la ausencia de Obradovic con el mando de Diamantidis, jefe en la cancha y entrenador  “in pectore”. Él marcará el ritmo de los partidos, un gran hándicap para el Barcelona. De la regularidad de Ukic y el físico de “Baby Shaq” dependerán las opciones verdes. Una serie emocionante, colosal, brutal para los que amamos este bendito deporte llamado baloncesto.

Pronóstico: Barcelona 3 – Panathinaikos 1 
Jugador decisivo: Ante Tomic


Real Madrid – Maccabi Tel Aviv
                 
            Cruce con sabor a baloncesto añejo, a recuerdos de infancia, a vídeos lejanos al moderno HD. Por primera vez en muchas ediciones, el Madrid se planta ante los hebreos con el cartel de favorito en la solapa. Bueno, quizás debamos rebajarlo a “minifavorito”. Los blancos han ido de más a menos en la competición, pero comparecen en cuartos con el ADN revitalizado tras una gran actuación frente al Efes. Laso necesitará tirar de la explosividad de Llull, el talento de Rudy, la muñeca de Mirotic y la defensa de Slaughter para estrenarse en una Final Four. El Maccabi, de menos a más en la Euroliga, cuenta con un gran estratega (David Blatt), buenísimos jugadores y una hinchada que va a hacer de la serie contra el Real un modo de vida. Ojo a Ricky Hickman, un hasta ahora secundario en Europa que de amarillo las enchufa de todos los colores. Mi debilidad es Eliyahu, grandioso jugador peleado a partes iguales con la irregularidad y las lesiones. Un clásico de Europa para gozar como siempre… y como nunca.

Pronóstico: Real Madrid 3 – Maccabi 2
Jugador decisivo: Rudy Fernández




CSKA Moscú – Caja Laboral
               
       A priori, la eliminatoria más descompensada de las cuatro. Pero no cometeremos el error de menospreciar el “gen Baskonia”, un equipo que en el año 2005 precisamente en Moscú protagonizó una de las grandes hazañas del basket moderno. El “roster” de Messina es interminable, casi inabordable. El asesino malhumorado Teodosic, el martilleo desde 5 metros de Weems, la calidad del mejor 3 de Europa (Khryapa), las eternas doble figuras de Krstic… y así hasta una decena de jugadores que desafían al resto desde la cima del talento. Messina es muy bueno. Messina al mando del equipo del Ejército Ruso es sencillamente estelar. Los vitorianos acuden al cruce con un Lampe sensacional, con un Nocioni que ha de trasladar a Europa su tarjeta doméstica y con el “un día sí, otro no” de los básicos San Emeterio y Nemanja Bjelica. En el calor ambiental ganarán los “baskonistas” por paliza.

Pronóstico: CSKA Moscú 3 – Caja Laboral 1
Jugador decisivo: Viktor Khryapa


Olympiacos – Anadolu Efes
               
         El actual campeón de Europa contra un equipo alejado últimamente de los grandes desafíos. Sin embargo, aquí se esconde para mí la gran sorpresa de los cuartos. Ojo a los otomanos, un equipo tan raro que ni siquiera cuenta con la ventaja de una afición caliente. Equipazo a disposición del eterno Mahmuti. Tremendo Farmar, un paso por delante de todos los demás. Junto a él, la infinita calidad de Savanovic, la zurda de Lucas, las rachas de “Sharapovo”  Vujacic y las torres de la pintura Erden, Barac y Gonlum. Los rojiblancos del Pireo lo fían todo al mito barbado Spanoulis y al hombre con el nombre más griego de la historia, Kostas Papanikolau, un tipo que hoy por hoy marca las diferencias contra quien sea. Acie Law ha crecido en los últimos dos meses, Shermadini valora mucho en pocos minutos y Printezis ha recuperado en su patria esa regularidad perdida. Me la juego con la sorpresa, qué demonios.

Pronóstico: Olympiacos 2 – Anadolu Efes 3
Jugador decisivo: Jordan Farmar